Foto: Maurice Norbert/Shutterstock
La popular memecoin Shiba Inu ha pasado por un período difícil. A principios de septiembre, la red fue víctima de un hackeo que se llevó millones de euros en tokens. Al mismo tiempo, los datos del mercado muestran que los grandes inversores están reduciendo sus posiciones, lo que aumenta aún más la presión sobre el precio.
El ataque se centró en Shibarium, la solución de capa 2 propia de Shiba Inu que tiene como objetivo hacer que las transacciones sean más rápidas y baratas. El hacker logró hacerse con el control de casi todos los validadores, lo que le dio acceso a más de 200 ETH y más de 90.000 millones de tokens Shiba Inu.
En total, el botín ascendió a más de €2 millones. Aunque se pudo congelar una parte de los tokens, la confianza de los inversores se vio claramente afectada.
Señales negativas del mercado de las criptomonedas
El hackeo no es el único problema para Shiba Inu. Los datos on-chain muestran que los flujos de red de los grandes tenedores son negativos. Esto significa que las llamadas ballenas, grandes inversores con muchos tokens, están reduciendo o abandonando sus posiciones. Normalmente, la retirada de tokens de las bolsas se considera una señal de confianza, pero en este caso parece más bien un intento de limitar los riesgos.
Los indicadores técnicos tampoco dan muchos motivos para el optimismo. El precio de Shiba Inu no ha logrado recuperar como soporte medias importantes, como las líneas de 50, 100 y 200 días. En cambio, estas suponen una fuerte resistencia.
Si el precio cae por debajo de la zona de soporte de $0,0000128 a $0,0000130, podría producirse una caída hacia los $0,0000110. En ese escenario, la moneda podría incluso añadir un cero adicional a su precio, lo que sería señal de fuertes pérdidas.
Futuro incierto para SHIB
El equipo de desarrollo detrás de Shiba Inu llamó a la policía inmediatamente después del hackeo e involucró a expertos como PeckShield en la investigación. También se suspendieron temporalmente ciertas funciones, incluido el staking, para limitar daños mayores. Además, el equipo ofreció una recompensa si el hacker decidía devolver el botín.
Sin embargo, la situación sigue siendo tensa. Para los inversores, esto significa que Shiba Inu se encuentra actualmente en una trayectoria arriesgada, en la que tanto la confianza como las señales técnicas parecen débiles. Solo una recuperación convincente por encima de las grandes líneas de resistencia puede cambiar el sentimiento y ayudar a la moneda a recuperarse.
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