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La Casa Blanca – e, implícitamente, el presidente Donald Trump – ha publicado un nuevo documento estratégico sobre la seguridad nacional de Estados Unidos. En él explican qué hará el propio país y qué esperan de sus aliados. De esta agenda se desprenden conclusiones importantes para la evolución del mercado crypto y para la rentabilidad de la deuda pública.
Aumento del gasto en defensa y estrategia de disuasión
El plan propone una agenda America First en la que los aliados de la OTAN deberán aumentar su gasto militar hasta un 5 % de su PIB. Otras economías aliadas, como Japón, Corea del Sur, Australia y Taiwán, también deberían elevar significativamente su presupuesto militar.
Washington quiere que estos países desarrollen capacidades reales de disuasión, especialmente frente a China. De hecho, EE. UU. exige avances visibles antes de que Trump reanude conversaciones con el presidente chino.
Taiwán ya ha reforzado su defensa – incluyendo minas marítimas, drones y sistemas móviles de misiles -, pero al mismo tiempo ha recibido un aumento arancelario del 20 % por parte de Trump, lo que, según críticos, mina la moral de los aliados.
Riesgos del plan: más deuda y rentabilidades más altas
Estados Unidos también incrementará su propio gasto en defensa y orientará parte de esas inversiones hacia el Indo-Pacífico. El resultado global es un aumento generalizado de la deuda y, por tanto, presiones alcistas sobre la rentabilidad de los bonos (yields).
Rentabilidades más altas suelen ser negativas para bitcoin y crypto. Más deuda, más gasto estatal y mayores tipos reales pueden tensionar los mercados financieros y elevar el riesgo sistémico. El documento apunta incluso a peligros de crisis financiera por el tamaño de las inversiones previstas.
Además, EE. UU. quiere poner fin a la “era de la migración masiva”, lo que significaría menos trabajadores extranjeros, salarios más altos y más presión inflacionaria.
¿Un impulso para bitcoin y el oro?
Algunas consecuencias podrían favorecer activos refugio frente a la inflación, como bitcoin y el oro. De momento, sin embargo, los mercados no han reaccionado de forma contundente.
Bitcoin ha marcado un nuevo máximo histórico este año, pero cayó con facilidad incluso tras los recortes de tipos de la Reserva Federal. El oro, por su parte, sí ha tenido un comportamiento mucho más sólido: subió en torno al 60 % en lo que va de año, mientras bitcoin retrocedió algunos puntos.
La FED recortará los tipos en 25 puntos básicos, pero con la llegada de estos enormes planes de gasto militar, la probabilidad de más recortes profundos parece muy limitada. La reacción de bitcoin ante un escenario de tipos persistentemente altos es, por ahora, incierta.
En resumen: mayor gasto militar implica más deuda y yields más altos, un entorno históricamente desfavorable para activos de riesgo como crypto. Sin embargo, si la inflación vuelve a repuntar, bitcoin y el oro podrían ganar atractivo como activos refugio.
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