Foto: Tony Stock/Shutterstock
Hemos tenido otra semana explosiva. El precio del bitcoin ya se encontraba en una tendencia bajista menor, pero encima se sumó un conflicto entre Elon Musk y Donald Trump. Como si la guerra comercial por sí sola no creara suficiente incertidumbre. Además, el Banco Central Europeo recortó su tipo de interés oficial y vimos cómo el mercado laboral estadounidense se debilitaba ligeramente.
La próxima semana, el espectáculo continuará como de costumbre. Donde la atención se centrará, por supuesto, en la guerra comercial y el conflicto entre Musk y Trump, pero también en las nuevas cifras de inflación de Estados Unidos.
Nuevas cifras de inflación en camino
En efecto, el índice de precios al consumo (IPC) está previsto para el próximo miércoles. A juzgar por las últimas previsiones, parece que aumentará ligeramente. En base anual, el IPC pasa del 2,3% al 2,5%. El IPC subyacente (inflación subyacente) pasa del 2,8% al 2,9%.
Esto no hace que la inflación vuelva a ser una preocupación inmediata, pero está claro que la batalla del banco central estadounidense contra el aumento de los precios tampoco ha terminado.
También el jueves se publica el índice de precios a la producción (IPP), que suele ir por delante del IPC. El mes pasado, el IPP se situó en el -0,5%. Para el próximo mes, se espera una subida del 0,1%. Esto hace que el IPP sea bastante bajo e incluso inferior al objetivo del 2,0%.
Por último, el viernes se publicará la confianza de los consumidores. Sin embargo, es cuestionable hasta qué punto debemos darle mucho valor. Después de todo, ha sido dramática en los últimos meses debido a los temores en torno a la guerra comercial de Trump, pero los datos económicos reales nunca se han debilitado significativamente.
A menudo, la confianza del consumidor, que es una cosa de sentimiento después de todo, no demuestra ser un buen predictor de la salud real de la economía.
A la espera de un catalizador
El bitcoin está realmente a la espera de un nuevo catalizador en el próximo periodo. Simplemente hay demasiada incertidumbre sobre el mercado en este momento como para reavivar la carrera alcista. Si Trump y Estados Unidos alcanzan pronto un acuerdo definitivo con China, eso ya ayudaría enormemente.
Al fin y al cabo, eso aportaría cierta claridad, lo que permitiría a las empresas tomar decisiones de cara al futuro. Por el momento, se ven obligadas a controlar sus carteras, lo que frena en cierto modo su crecimiento. En el clima actual, tiene sentido que las empresas esperen a ver qué pasa, y muchas inversiones siguen a la espera.
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