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Un hombre del Reino Unido lleva años enzarzado en una batalla legal con el Ayuntamiento de Newport. La disputa gira en torno a 8.000 Bitcoins (BTC), cuyo valor actual se estima en unos 770 millones de dólares. Recientemente se ha anunciado que la batalla legal parece estar llegando a su fin.
8.000 Bitcoins perdidos por un costoso error
El hombre, llamado James Howells, perdió en 2013 un disco duro que contenía la friolera de 8.000 BTC. Su antigua pareja se había deshecho accidentalmente de esta pieza de hardware. Cuando Howells vio que los Bitcoins valían cada vez más, decidió actuar en 2021. Intentó muchas formas de llegar hasta el disco duro del vertedero. Por ejemplo, primero pidió al ayuntamiento que le permitiera registrar el vertedero él mismo, pero se lo denegaron. Su idea era utilizar un gran grupo de personas para registrar todo el vertedero. Dio por hecho el coste de esta operación, estimado en unos $11 millones.
Cuando este plan tampoco fue aprobado, ideó uno nuevo. Esta vez, utilizaría inteligencia artificial (IA), que podría determinar mejor dónde habría más posibilidades de éxito basándose en modelos informáticos. El coste de este plan ascendía a $6 millones. Pero el ayuntamiento se negó a autorizarlo. Ante esta situación, Howells decidió llevar al municipio a los tribunales.
La demanda podría acabar con el cierre del vertedero
El demandante exigía el acceso al vertedero o una indemnización de 495 millones de libras (casi 600 millones de euros). Sin embargo, durante el juicio se supo que el vertedero se cerrará dentro de dos años. Esto se debe a que el vertedero ha alcanzado su vida útil máxima; de hecho, lleva en uso desde principios de este milenio.
El ayuntamiento quiere crear un parque solar en el terreno, un plan que ya fue aprobado en agosto de 2024. Parece, por tanto, que las posibilidades de que Howells pueda excavar en este terreno son prácticamente nulas. Al mismo tiempo, el ayuntamiento siempre ha denegado las solicitudes de excavación sin una razón clara. Posiblemente Howells podría hacer una última petición cuando se cierre definitivamente el vertedero. Una aprobación le bastaría para hacer un último intento.
