Foto: Istvan Csak/Shutterstock
En Lugano (Suiza), la famosa estatua de Satoshi Nakamoto ha desaparecido sin dejar rastro. La obra de arte, que simboliza al fundador del bitcoin, fue misteriosamente robada de un parque público.
Robo en el corazón de Lugano
El sábado 3 de agosto, los transeúntes descubrieron que la estatua «Satoshi el Desaparecido» había desaparecido del Parco Ciani, un popular parque urbano a orillas del lago de Lugano. La Galería Satoshi, promotora de la obra, confirmó que la estatua había sido robada.
La obra había sido diseñada por la artista Valentina Picozzi y se inauguró en octubre de 2024 durante el Foro Plan B. La escultura de acero representaba un Satoshi abstracto y evanescente, compuesto de líneas parcialmente invisibles según la perspectiva. Ese trazado pretendía simbolizar el anonimato y la descentralización de bitcoin. Desde entonces, la obra ha atraído mucha atención, no sólo de los aficionados al bitcoin, sino también de turistas y residentes locales. La ciudad de Lugano se está promocionando activamente como centro de criptomonedas, y la escultura era un símbolo tangible de esa ambición.
Recompensa de 0,1 BTC
La Galería Satoshi reaccionó con fuerza en las redes sociales y ofreció una recompensa para quien ayude a encontrar la estatua. La recompensa es de 0,1 BTC, lo que equivale a casi 10.000 euros.
La organización anunció: «Puedes robar nuestro símbolo, pero nunca podrás robar nuestra alma».
¿Dónde está Satoshi?
Estamos ofreciendo 0.1 btc a quien nos ayude a recuperar la Estatua de Satoshi Nakamoto que fue robada ayer en Lugano.
Podéis robar nuestro símbolo pero nunca podréis robar nuestras almas.
Gracias a todos por los bonitos mensajes.
Todos estamos en esto. .. https://t.co/cAGCqg4CuP pic.twitter.com/iGrBOdVYhe
– Satoshigallery (@satoshigallery) 3 de agosto de 2025
A destacar: a pesar del robo, la organización subrayó que el plan de nuevas estatuas de Satoshi en 21 ciudades del mundo sigue adelante.
En el momento de escribir estas líneas, existían tres estatuas de Satoshi en todo el mundo: en Japón, El Salvador y, hasta el robo, en Suiza.
Simbólico e irónico al mismo tiempo
La comunidad de criptomonedas reaccionó con sorpresa y a veces con un guiño. Adam Back, CEO de Blockstream y uno de los primeros bitcoiners, bromeó: «¡Satoshi ha vuelto a desaparecer!». Sin embargo, la desaparición es también una señal grave. El robo arroja nueva luz sobre la vulnerabilidad del criptoarte público. Una estatua que encarna el anonimato parece ahora literalmente ilocalizable. Aunque todavía no se ha detenido a ningún sospechoso, la policía local está investigando las imágenes de las cámaras de seguridad del parque.
En las noticias de Bitcoin de ayer se leía que poseer un bitcoin entero es más raro que ser millonario en 2025. Pero, ¿sigue siendo factible entrar en el «club del bitcoin completo»?