Una mujer escocesa se ha metido en un buen lío tras caer en una estafa con criptomonedas. La mujer fue remitida a los estafadores a través de un anuncio de Facebook y los estafadores terminaron saqueando la friolera de ¡$190.000! La estafa dejó a la mujer con una enorme deuda que incluso fue tan grande que se vio obligada a vender su casa.
Los criptoestafadores atacan de nuevo
La mujer, llamada Jennifer, habló con los medios locales escoceses sobre el incidente. Conoció la estafa a través de un anuncio en Facebook en el que aparecía un conocido experto financiero y periodista. Al parecer, se trataba de Martin Lewis, a quien Jennifer tenía en enorme estima e incluso fue la persona que le enseñó a invertir en general.
Por desgracia para Jennifer, el proyecto por el que supuestamente se sintió atraída por Martin Lewis era falso y no era más que una estafa. Pensó que se trataba de un proyecto legítimo e ingresó nada menos que $190.000 en la estafa a través de Revolut. Esta cantidad se transfirió durante un periodo de al menos 10 días, tras los cuales Revolut empezó a bloquear las transacciones. Esto fue lo primero que hizo sospechar a Jennifer de que algo no iba del todo bien.
$190.000 de deuda
Pronto Jennifer descubrió que podría no volver a ver su dinero, convirtiéndose en una víctima más de los estafadores de criptomonedas.
«Nunca he tenido deudas, nunca he pedido un préstamo, nunca he tenido una cuenta en una tarjeta de crédito. La verdad es que no me puedo creer lo que me ha pasado, es absolutamente terrible. Me ha llevado mucho tiempo llegar a donde estoy ahora, y la idea de perder esta casa, obviamente por el bien de mis hijos, es terrible».
Por supuesto, se avisó a la policía escocesa, pero ésta fue incapaz de recuperar la astronómica suma.
El experto financiero Martin Lewis también reaccionó al incidente. Está «harto» de que los estafadores utilicen a menudo su cara en estafas con criptomonedas. También advierte a todo el mundo que nunca invierta en un proyecto del que supuestamente él es la figura principal.
