Foto: Artie Medvedev/Shutterstock
Los crecientes costes energéticos y la caída de los ingresos ejercen más presión sobre la minería de bitcoin. Muchos mineros están cambiando a energía renovable para reducir costes. Esto sucede mientras el llamado hashprice, una medida del beneficio por unidad de cómputo, cae por debajo del nivel de equilibrio. Actualmente ronda los 39 dólares por petahash al día, lo que hace que la actividad resulte casi no rentable para muchos operadores.

Para mantenerse a flote, las empresas abren nuevas instalaciones en lugares con electricidad verde barata. En Texas se puso recientemente en marcha un parque solar de 20 megavatios destinado a la minería de bitcoin. Estos proyectos muestran cómo los mineros ajustan su estrategia ahora que los márgenes están históricamente bajos. Para el mercado cripto esto es relevante, ya que los cambios en la minería influyen directamente en la oferta y en la seguridad de la red.
La hashrate sube y los mineros sienten la presión de costes
La minería de bitcoins es cada vez más cara. Esto se debe a que cada vez hay más ordenadores conectados a la red. En abril se alcanzó incluso un nuevo récord. Debido a esta competencia adicional, los mineros necesitan más electricidad y equipos para encontrar un bloque.
La multinacional Tether anunció que se va de Uruguay por los altos costos en energía.
Era la última empresa que quedaba en el país dedicada a la generación de estos criptoactivos.
En el sector privado consideran que la decisión significa una “señal de alerta”. pic.twitter.com/LE6eYfyG1j
— Telemundo (@TelemundoUY) September 19, 2025
Esto aumenta los costes, especialmente cuando la energía es cara. Por eso, en noviembre, Tether dejó de minar bitcoins en Uruguay, donde los precios de la electricidad se habían vuelto demasiado altos.
Los mineros buscan reducir costes con energía verde
Para sobrevivir, cada vez más mineros trasladan sus operaciones a lugares con energía renovable barata. La energía solar, hidroeléctrica y eólica se utilizan con mayor frecuencia. En Estados Unidos están surgiendo nuevas instalaciones cerca de parques solares, especialmente en estados con políticas favorables.
También fuera de EE. UU. crece esta tendencia. En África y en otras regiones con abundante energía hidroeléctrica se construyen nuevas instalaciones. Estos lugares ofrecen precios de electricidad más estables y menor dependencia de los combustibles fósiles, reduciendo así la presión operativa, aunque no elimina los riesgos.
La tecnología es clave para seguir siendo competitivos
Además de buscar nuevas ubicaciones y fuentes de energía, las empresas de minería invierten en hardware más eficiente. Las nuevas máquinas consumen menos energía por unidad de cómputo. Algunos fabricantes incluso desarrollan sistemas que ajustan automáticamente el consumo energético según la carga de la red y los precios de la electricidad.
Estas adaptaciones son necesarias para seguir siendo competitivos. Sin innovación tecnológica, los mineros corren el riesgo de tener que reducir sus operaciones, lo que podría provocar una mayor concentración del sector, donde solo sobrevivirían los actores más grandes.
En el próximo periodo, el mercado seguirá de cerca los precios de la energía y la evolución de los ingresos de la minería. Las decisiones de las grandes empresas mineras recibirán especial atención, ya que determinan cómo la red se adapta a esta fase complicada.
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