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Muchos inversores están cada vez más convencidos de que Bitcoin es el «oro digital». Un refugio seguro que ofrece protección contra la inflación cada vez mayor, también conocida como devaluación monetaria. Pero esta comparación parece cada vez menos acertada ahora, en 2025. Bitcoin está pasando de ser un medio pasivo de ahorro a un activo que realmente genera rendimientos. Su cotización está subiendo mucho más rápido que la del oro físico en los últimos 15 años.
Nuevas capas y aplicaciones de Bitcoin
El oro tiene un valor total de aproximadamente 19,6 billones de euros. La mayor parte del oro permanece inmovilizado en cámaras acorazadas. Al mismo tiempo, Bitcoin se está convirtiendo cada vez más en capital productivo. Más de 6000 millones de euros en Bitcoins generan actualmente un rendimiento activo, a modo de dividendo.
Esto significa que los titulares pueden utilizar sus monedas y recibir una compensación por ello, sin perder el control sobre las claves. Esta diferencia parece pequeña, pero las consecuencias son importantes. Un inversor dijo al respecto:
«Un activo seguro que genera rendimiento ya no es oro digital, sino capital productivo».
La esencia de Bitcoin es que tiene una emisión fija de un máximo de 21 millones de monedas. Esto nunca cambiará. Sin embargo, sí cambian las posibilidades que ofrece la red. Los protocolos permiten obtener rendimientos sin depender de bancos, bolsas u otros terceros.
El Salvador es un ejemplo de ello. Este país mantiene bitcoins en el tesoro nacional. Los fondos estadounidenses poseen actualmente más de 1,2 millones de bitcoins, lo que supone más del 6 % del suministro total. Y las empresas mineras, que antes vendían sus ingresos para cubrir los costes, ahora retienen cada vez más los bitcoins extraídos para sus propias reservas.
No hay una unidad de medida fija para la criptomoneda.
La creciente oferta de posibilidades también plantea un reto. De hecho, no está claro cómo se calcula exactamente el rendimiento de Bitcoin. Todavía no existe una norma al respecto. Si bien un inversor puede bloquear Bitcoins durante un mes y recibir intereses por ello, no existe una base clara para comparar ese rendimiento.
Por eso, los expertos quieren una «curva de rendimiento de Bitcoin». Se trata de un sencillo índice de referencia con vencimientos de una semana, un mes o tres meses. De este modo, se puede saber qué rendimiento pueden esperar los titulares.
La gran diferencia con el oro es bastante clara: el oro permanece inmóvil y Bitcoin comienza a funcionar. Para las empresas y los gobiernos nacionales, esto significa que las reservas ya no solo pueden conservar su valor, sino que también pueden generar dinero. Por eso, Bitcoin ya no puede considerarse solo como oro digital, ya que el mayor activo digital se está convirtiendo al mismo tiempo en una forma de obtener rendimientos productivos.
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