Foto: Phonlamai Photo (Shutterstock)
Un superordenador capaz de hacer en un segundo lo que los ordenadores normales tardarían años. Parece algo lejano, pero la realidad es muy distinta con la llegada de la computación cuántica. Y eso supone un problema no solo para los bancos o los servicios de inteligencia, sino también para Bitcoin.
Hace poco, Google anunció un avance importante en la carrera por construir el ordenador más potente del mundo. Según la empresa, su superordenador cuántico realizó una prueba 13.000 veces más rápido que un ordenador convencional. Pero ¿qué tan grave es esto realmente? Te lo explico a continuación.
Por qué Bitcoin sigue siendo seguro hoy
Bitcoin utiliza complejas fórmulas matemáticas para demostrar la propiedad del dinero. Cuando gestionas tus propios bitcoins, posees una clave privada (un número largo y aleatorio). A partir de ella se genera automáticamente una clave pública, una especie de firma digital.
De esa clave pública se obtiene tu dirección Bitcoin, la que puedes compartir con otros para recibir fondos. Lo interesante es que el proceso solo funciona en un sentido: es prácticamente imposible averiguar la clave privada a partir de la pública. Es como ver una tarta ya horneada: sabes que es de manzana, pero no puedes saber cuánta harina o azúcar lleva.
Esa es la base de la seguridad de Bitcoin: se puede avanzar, pero casi nunca retroceder. Algo imposible para los ordenadores actuales… aunque no para los ordenadores cuánticos.
Qué hace diferente a los ordenadores cuánticos
Un ordenador clásico calcula paso a paso, una operación cada vez. Un ordenador cuántico, en cambio, gracias a las leyes de la física cuántica, puede realizar múltiples cálculos simultáneamente. Esto le permite resolver problemas matemáticos extremadamente complejos que los ordenadores normales jamás podrían resolver.
Y ahí aparece el riesgo para bitcoin. Su seguridad se basa precisamente en uno de esos problemas matemáticos. En teoría, un ordenador cuántico podría resolverlo mucho más rápido, poniendo en peligro el sistema.
Qué podría pasar si todo sale mal
Los expertos en crypto temen tres escenarios principales.
El primero es el “pequeño pánico”: los ordenadores cuánticos podrían romper viejas direcciones de bitcoin cuya clave pública ya es visible. Sería un riesgo para las carteras olvidadas de 2010, algunas con miles de Bitcoins.
El segundo es el “gran pánico”: un superordenador podría descifrar claves activas. En ese caso, alguien con suficiente potencia de cálculo podría robar bitcoins ajenos sin acceder a las wallets.
Y el tercero, el más grave, sería la “crisis del sistema”. En ese punto, todo el ecosistema tendría que migrar a una criptografía con seguridad focalizada en la cuántica, con nuevas claves, software y posiblemente incluso una hard fork de la red. Bitcoin podría colapsar bajo su propio éxito.
¿Puede Bitcoin defenderse de los ordenadores cuánticos?
Sí. Ya existen algoritmos de criptografía post-cuántica diseñados para resistir los ataques de estos futuros superordenadores. Pero el problema está en la implementación: Bitcoin es muy lento a la hora de introducir grandes cambios.
Cada nodo, wallet y protocolo tendría que ser actualizado. Aunque la amenaza se conoce desde hace años, la comunidad aún tiende a aplazar el debate.
La mayoría de expertos cree que faltan entre 10 y 20 años para que los ordenadores cuánticos sean lo bastante potentes como para romper las barreras de Bitcoin. Sin embargo, los últimos avances —como el de Google— demuestran que el progreso está siendo mucho más rápido de lo previsto.
Las primeras pruebas de ataque contra crypto sistemas más débiles podrían llegar en solo unos pocos años. En otras palabras: el reloj está en marcha.
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