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Los máximos históricos se suceden a un ritmo vertiginoso. Las acciones estadounidenses, europeas, japonesas y chinas, bitcoin y el oro: la mayoría de los activos financieros se encuentran en los niveles más altos de su rango de precios histórico.
Normalmente, un mercado alcista va acompañado de un claro optimismo:
1. Años 80: fin de la Guerra Fría, Paul Volcker controla la inflación como presidente del Banco Central de Estados Unidos.
2. Burbuja puntocom: grandes expectativas sobre Internet y, sobre todo, paz en todo el mundo.
El crecimiento económico y la confianza en el futuro eran entonces el motor de los mercados al alza. Hoy en día, mucha gente ve un panorama muy diferente:
1. Muchas personas detestan a Donald Trump y lo consideran el fin de la democracia en los Estados Unidos.
2. Las guerras en Ucrania y Gaza.
3. China como amenaza creciente para EE. UU.
4. La inflación se mantiene persistente.
5. Señales de enfriamiento de la economía estadounidense.
Entonces, ¿por qué siguen subiendo los mercados? No hay una respuesta clara a esta pregunta, pero hay muchos factores que influyen:
1. Percepción y medios de comunicación: gran parte de los medios de comunicación son contrarios a Trump. Debido al encuadre negativo de su política, como ocurrió en abril durante el punto álgido de la guerra comercial, es posible que se esté subestimando la verdadera resistencia y salud de la economía.
2. La inversión pasiva como presión estructural sobre la compra: cada mes, millones de inversores invierten automáticamente grandes cantidades de capital en el mercado, con la idea de que, a largo plazo, todo acabará subiendo.
3. Optimismo tecnológico: existe un gran optimismo en torno a la IA y la innovación como motores de la prosperidad futura. Véase, por ejemplo, la valoración de Nvidia, que asciende a 4,4 billones de dólares. Solo las economías de EE. UU., China y Japón son mayores que esa cifra.
4. El problema de la deuda: Estados Unidos y otros países occidentales se enfrentan a una deuda pública estructuralmente elevada. Se necesitan cada vez más préstamos para financiar la deuda existente. Parece inevitable una inflación estructuralmente más alta.
En particular, la cuestión de la deuda parece estar provocando cada vez más una huida hacia la escasez entre los inversores. Se observa que los gobiernos están perdiendo la esperanza de resolver alguna vez el problema de la deuda, lo que hace más atractiva la escasez de activos como el bitcoin, el oro, las acciones y otros.
Por lo tanto, es posible que se necesite una narrativa fundamental menos sólida para que los mercados suban. ¿Esperas que el precio de Bitcoin vuelva a dispararse este año?
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