Foto: Adam Calaitzis/Shutterstock
Un servicio de transporte de fondos aparentemente inofensivo en Australia resultó ser el autor de una oscura operación. A través de esta vía se blanquearon criptomonedas por valor de $123 millones de dólares (107 millones de euros). Cuatro sospechosos fueron detenidos tras un año y medio de investigación por un equipo especial. La Agencia Tributaria Australiana publicó un informe con todos los detalles interesantes.
Una empresa de seguridad como máquina de blanqueo de criptomonedas
En diciembre de 2023, la Queensland Joint Organised Crime Taskforce (QJOCT), compuesta por 70 investigadores federales y locales, inició una investigación en profundidad sobre flujos de dinero sospechosos en una empresa de seguridad.
Lo que siguió fue la exposición de una red de blanqueo de dinero que utilizaba la fachada de las operaciones comerciales legítimas para convertir los ingresos criminales en criptomonedas.
Se dice que uno de los principales sospechosos ya ha blanqueado 9,5 millones de dólares en sólo 15 meses. ¿La ruta? El efectivo procedente de actividades delictivas se depositaba junto con los ingresos reales del negocio, se canalizaba hacia una agencia de promoción y un concesionario de coches clásicos y, finalmente, se distribuía a otros interesados a través de criptointercambios. Sobre el papel, todo parecía tener sentido, pero entre bastidores, el dinero negro fluía directamente a las carteras digitales.
Finalmente, las autoridades australianas consiguieron congelar activos sospechosos por valor de unos 13,6 millones de dólares repartidos entre Queensland y Nueva Gales del Sur. El uso de la analítica de cadenas de bloques desempeñó un papel crucial. Al rastrear las rutas de transacción de las criptomonedas, los detectives fueron capaces de pelar la red capa por capa.
El lado oscuro de DeFi y los mezcladores
El caso pone al descubierto otra vulnerabilidad del ecosistema bitcoin. Aunque la tecnología blockchain es alabada precisamente por su transparencia, en la práctica también está demostrando ser un terreno de juego para los delincuentes. A través de mezcladores, plataformas financieras descentralizadas (DeFi) y puentes entre cadenas, los malintencionados son cada vez más capaces de ocultar sus transacciones.
Según la empresa forense de blockchain Chainalysis, desde 2019 ya se han movido criptomonedas por valor de más de $100.000 millones de dólares desde monederos ilícitos a servicios de intercambio. A pesar de los intentos de cubrir sus huellas, la naturaleza pública de las blockchains juega a favor de las fuerzas del orden. Este caso australiano demuestra que, aunque el abuso de las criptomonedas puede ser sofisticado, no es elusivo.
Al mismo tiempo, el peligro es cada vez más tangible. En Europa se han cometido recientemente varios secuestros físicos con el objetivo de acceder a criptoactivos. Por ejemplo, el fundador de Ledger fue objeto de un ataque y miembros de la conocida «Familia Bitcoin» también entraron en acción.
La combinación de moneda digital y amenaza tangible obliga a los usuarios a adoptar nuevas estrategias de seguridad, como dividir las frases semilla en varios continentes.
¿La transparencia, el arma más poderosa?
El caso australiano de blanqueo de capitales subraya que el cripto es cada vez más el terreno de juego de la delincuencia organizada. Sin embargo, no se trata de una mera amenaza. La transparencia de la blockchain está demostrando una vez más su valor como herramienta de investigación. Mientras que los delincuentes son cada vez más inteligentes, también lo son las herramientas para combatirlos.
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