Foto: Martin Hibberd/Shutterstock
Repartir tokens gratis suena como la máxima estrategia de marketing, pero nuevas cifras muestran que la mayoría de los airdrops no cumplen su promesa. Desde 2017, según DappRadar, se han regalado tokens por un valor de más de 17 mil millones de euros, de los cuales el 88% perdió su valor en tres meses. ¿Existe una manera mejor de hacer que los airdrops mantengan su valor o la estrategia está en decadencia?
Por qué fallan tantos airdrops crypto
Un airdrop es una distribución gratuita de una criptomoneda. Por lo general, son monedas nuevas que se regalan para ganar notoriedad antes de su lanzamiento, por lo que es una táctica de marketing.
Además, también puede utilizarse para construir una comunidad. Sin embargo, en la práctica, esto casi nunca sucede. Los airdrops suelen terminar con ventas rápidas una vez que los tokens llegan al mercado.
Según Robert Hoogendoorn de DappRadar, todo depende de cómo se organice la distribución. Ejemplos exitosos, como el de Optimism, utilizaron un enfoque gradual o dirigido para evitar que los usuarios vendieran sus tokens inmediatamente.
Aun así, no existe una fórmula fija para el éxito. Un airdrop funciona solo si el proyecto es sólido y el token tiene una función clara. Muchos de los proyectos fallidos simplemente no tenían un producto viable.
Jackson Denka, CEO de la plataforma DeFi Azura, comenta en una entrevista: “Ninguna cantidad de trucos financieros puede compensar la falta de adopción real o ingresos”.
Hacia una nueva era en las promociones crypto
Según Denka, la época de repartir tokens gratis está llegando a su fin. Espera que el mercado se mueva cada vez más hacia modelos similares a las ofertas públicas tradicionales, donde los inversores compran tokens antes de que salgan al mercado.
“Ninguna gran empresa en el mundo ha regalado nunca acciones. Los airdrops resultarán ser una fase temporal en la historia de las criptomonedas”, afirma Denka.
Aun así, el concepto no está totalmente descartado. Kanny Lee de SecondSwap ve un futuro en el que los airdrops se combinen con recompensas por uso prolongado o desbloqueo gradual de tokens. Al no liberar toda la liquidez de golpe, los proyectos pueden mantener a su comunidad involucrada y evitar fluctuaciones extremas en los precios.
Según Lee, al final todo se reduce a sostenibilidad: no importa cuántas wallets reciban tokens, sino cuánto tiempo esos tokens permanecen activos en el ecosistema. Solo así un airdrop puede añadir verdadero valor a un proyecto.
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