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De comerciar habitualmente con criptomoneas a cenar con el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump. Son dos extremos, pero un hombre lo consiguió gracias a los memecoins.
El jueves pasado, Morten Christensen, un holandés de 39 años de Nimega, no podía creer su suerte. Ese día cenó con un grupo de otros criptooperadores especialmente invitados a un evento organizado por el presidente Trump.
$1.200 dólares y listo para cenar con el presidente de Estados Unidos
El presidente Trump lanzó un concurso sobre su memecoin «Trump Official» (TRUMP). La moneda fue lanzada a principios de este año, pocos días antes de que Trump se convirtiera de nuevo en el inquilino de la Casa Blanca,
Desde el principio, TRUMP fue muy popular y muchos operadores invirtieron en esta criptomoneda única. Tras la toma de posesión de Trump el 20 de enero de 2025, el precio se desplomó, provocando grandes pérdidas a muchos inversores tardíos.
Pero Trump pensó en algo como respuesta. Concretamente, el «Comandante en Jefe» organizó un concurso en el que los 200 mejores operadores con su moneda podían participar en una cena exclusiva.
Desde el momento en que Christensen vio la lista de puntuación, sólo pensó una cosa: «Yo puedo hacerlo mejor». En poco tiempo, invirtió nada menos que $50.000 dólares. Al mismo tiempo, también apostaba por una corrección del precio de las acciones para limitar su riesgo. Al final, Christensen terminó entre los 200 primeros y el coste final fue de unos $1.200 dólares.
El trader conoce el mundo de las criptomonedas como la palma de su mano
Este nativo de Holanda hace tiempo que no vive en los Países Bajos. Se trasladó a México y creó su negocio de criptomonedas. Allí comerciaba con monedas similares. Christensen incluso compró su primer bitcoin (BTC) cuando su precio era de 44 dólares. Así que ahora conoce el mundo de las criptomonedas como la palma de su mano.
No le molesta que Trump ocasionalmente cause mucho alboroto o no se ciña totalmente a las líneas. Por encima de todo, el operador ha disfrutado del concurso y se alegra de recibir la recompensa. Christensen concluye:
«Si Kamala Harris hubiera ganado y hubiera organizado un concurso de memes, yo también habría participado».
