Foto: CoinGecko
Cada vez más personas e instituciones se adentran en el mundo de las criptomonedas, pero su imagen sigue siendo cuestionable. Las investigaciones muestran que, a pesar del fuerte aumento del número de inversores, una gran parte del público sigue considerando las criptomonedas como una inversión peligrosa. ¿Cómo es posible que el mercado crezca mientras la confianza va a la zaga?
Más criptomonedas, pero también más desconfianza
Una nueva encuesta de Gallup muestra que alrededor del 14% de los adultos estadounidenses poseen actualmente cripto. En 2018, la cifra era de solo el 2%.
Especialmente los inversores que ya tienen experiencia con otros productos financieros, como acciones o bonos, se han vuelto más activos. Su participación en el mercado de criptomonedas aumentó del 6% al 17%.
Sin embargo, el 64% de este grupo califica las criptomonedas de «muy arriesgadas». A pesar de que hoy en día es más fácil comprar divisas digitales a través de aplicaciones y plataformas comerciales, el 60% de los encuestados afirma no estar interesado en absoluto.
Sólo el 4% afirma que tiene previsto comprar criptomonedas en breve. Esto es sorprendente, sobre todo porque el mercado ha avanzado mucho en los últimos años en términos de regulación y accesibilidad.
Grandes diferencias entre grupos de inversores
El estudio también muestra que no todo el mundo entra a la misma velocidad. Los hombres jóvenes y las personas con mayores ingresos son especialmente activos en criptografía por encima de la media.
Las personas mayores, las mujeres y los hogares con ingresos más bajos, por el contrario, van a la zaga. Esta diferencia puede tener que ver con los conocimientos. Casi todos los participantes han oído hablar de las criptomonedas, pero sólo el 35% dice entender cómo funcionan.
Esta comprensión es importante. Las criptomonedas se basan en la tecnología blockchain, cuyo funcionamiento exacto aún no está claro para mucha gente.
Aunque el sistema es público y muy difícil de manipular, los precios de las criptomonedas fluctúan salvajemente. Estos rápidos movimientos de precios hacen que muchos inversores se mantengan cautos.
Aunque el número de criptoinversores está creciendo sustancialmente, la mayoría de la gente sigue siendo cauta. El mercado aún adolece de una imagen arriesgada y de falta de conocimientos. Cuando el público en general tenga más confianza y claridad sobre las criptomonedas, éstas podrán florecer aún más. Hasta entonces, sigue siendo una aventura emocionante pero incierta para muchos.