Foto: X-post van Pi Network
Cuando Pi Network se lanzó en 2019, sonaba casi demasiado bueno para ser verdad: minar criptomonedas con tu smartphone sin equipos caros ni costes de energía por las nubes. Toca un botón una vez al día y tu saldo de Pi crecerá de forma constante.
La aplicación se extendió como la pólvora, gracias en parte al sistema de invitaciones. Participaron más de 70 millones de personas en todo el mundo, pero ¿está cumpliendo sus promesas el equipo Pi?
Muchas promesas, pocos resultados
La hoja de ruta del equipo Pi parecía clara: primero la minería móvil, luego una red de prueba, después la verificación de la identificación (KYC) y finalmente una mainnet abierta con comercio real. Para esto último faltaban años. Como se informó en las noticias de altcoins, la red no se abrió realmente hasta febrero de 2025, y fue entonces cuando las cosas se torcieron de inmediato.
No todo el mundo pudo transferir sus tokens Pi debido a problemas de KYC. Al mismo tiempo, el precio de PI subió brevemente a $2,98 dólares, para caer rápidamente a $0,58 dólares en mayo de 2025. Más del 70% de su valor desapareció en pocos meses. Que haya pocos casos de uso reales, aparte de algunos mercados a pequeña escala, tampoco ayuda.
Se acumulan las críticas a Pi Network
La comunidad de criptomonedas cada vez tenía más dudas. La apertura prometida no se materializó; la red permaneció cerrada durante años y no se lanzó hasta seis años después. A pesar de las buenas palabras sobre la descentralización, el Pi Core Team sigue controlando casi todo: desde los nodos hasta la mayoría de los tokens.
También falta mucha información. El libro blanco es vago, los detalles sobre el modelo de token son escasos y faltan plazos claros. Las principales bolsas, como Binance y Coinbase, rehúyen Pi. Incluso en plataformas como OKX y Bitget hay problemas con las retiradas. Esto también daña la confianza.
En su punto álgido en febrero de 2025, el token Pi tenía un volumen de transacciones de miles de millones. Unos meses después, ese volumen prácticamente se había desplomado. Esa caída repentina plantea serias dudas: ¿la demanda de Pi fue alguna vez real o se infló artificialmente?
¿Estafa o simple fracaso?
A día de hoy, muchos usuarios no pueden utilizar o retirar sus tokens Pi. Sin acceso a los principales intercambios ni opciones de gasto, están atrapados en la red.
Pi Network no parece una estafa clásica: no hubo ICO y no hubo que poner dinero. Sin embargo, el modelo de ingresos a través de anuncios, referidos y KYC obligatorio, recuerda a un modelo de marketing multinivel (MLM). No se paga con dinero, sino con datos y atención.
Los críticos, como el director ejecutivo de Bybit, Ben Zhou, y el fundador de Cyber Capital, Justin Bons, por su parte, cuestionan duramente la sinceridad del proyecto.
Todavía hay esperanza para PI
La recuperación es posible, pero no fácil. Es esencial una mayor apertura, una verdadera descentralización y aplicaciones reales para Pi. Una mayor disponibilidad en bolsas fiables también podría ayudar. Con una confianza en declive y una cotización en picado, será una carrera contrarreloj.
El equipo sí anunció en X que mañana se hará un anuncio. El anuncio genera expectativas entre los millones de usuarios de la red. Los mineros experimentados de Pi esperan que este anuncio arroje luz sobre la migración de la red a la mainnet abierta.
También se informó recientemente entre las noticias Altcoin que muchos inversores creen que se acerca el debut en Binance. Esto puede ofrecer perspectivas para el futuro.
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