Foto: Nicole Piepgras/Shutterstock
Avraham Eisenberg, el hombre que robó $118 millones de dólares a Mango Markets, fue condenado el 1 de mayo a 52 meses de prisión. Curiosamente, esta sentencia no tiene nada que ver con el hackeo a gran escala de la plataforma de criptomonedas, sino con un cargo separado de posesión de material de abuso de menores.
El juicio final sobre su papel en el caso Mango Markets sigue pendiente por ahora, aunque el juez podría considerar la posibilidad de celebrar un nuevo juicio.
Condena por cargos escandalosos
El caso de posesión de material de pornografía infantil se trató por separado y constituye la mayor parte de la condena. El Tribunal de Distrito de Nueva York se ocupó a principios de año del caso de posesión de pornografía infantil, en el que Eisenberg se declaró culpable. Eisenberg poseía más de mil archivos explícitos, incluidas imágenes de bebés y niños pequeños.
El juez Arun Subramanian declaró durante la vista celebrada en Manhattan que el encarcelamiento era necesario para detener la distribución de dicho material. Tras su puesta en libertad, Eisenberg deberá permanecer bajo vigilancia durante cinco años y tendrá que instalar software de control en sus dispositivos.
Su sentencia se produjo antes del veredicto previsto en su caso de criptomonedas. Este caso gira en torno al infame ataque a Mango Markets en 2022. Aunque en un principio el juez quería combinar los dos casos, resultó que el caso de fraude seguía pendiente. La sentencia se dictará a finales de este año.
Mango Markets perdió más de 100 millones de dólares
Eisenberg fue detenido en diciembre de 2022 después de que consiguiera vaciar Mango Markets con una astuta manipulación del precio de la criptomoneda MNGO. Fue acusado de fraude y manipulación, entre otros cargos. En abril de 2024, fue declarado culpable, entre otras cosas, de fraude electrónico, una forma de estafa digital. Mango Markets era una bolsa de criptomonedas descentralizada en la que los usuarios podían operar sin intermediarios.
En octubre de 2022, Eisenberg manipuló los datos de precios de la bolsa, el llamado «oráculo de precios», lo que le permitió aumentar artificialmente su propio balance y retirar 100 millones de dólares en criptodivisas. El precio de Mango se desplomó inmediatamente más de un 50%.
Eisenberg se defendió alegando que sólo utilizaba mecanismos legales de mercado y afirmó que incluso negoció la devolución de los fondos de los usuarios después de que fallara el fondo de seguros de Mango. El jurado y la fiscalía dictaminaron lo contrario. Subrayaron que había pruebas convincentes de engaño deliberado.
Impacto para las criptomonedas: crece el riesgo de vulnerabilidades
El caso Eisenberg subraya la seriedad con la que las autoridades estadounidenses se están tomando las criptomonedas. Mientras que en el pasado muchos piratas informáticos se salían con la suya con ingeniosos trucos dentro de sistemas descentralizados, las consecuencias legales parecen ahora más concretas que nunca.
Antes, los malintencionados podían esconderse a menudo tras la complejidad de los protocolos y las lagunas legales. Este caso demuestra que las autoridades estadounidenses están dispuestas a imponer duras penas incluso cuando los límites legales son aún imprecisos.
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