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Un ciberataque masivo ha sacudido el sistema central de pagos de Brasil. Los hackers consiguieron robar 800 millones de reales brasileños -equivalentes a unos 115 millones de euros o 125 millones de dólares- de las cuentas de reserva de seis instituciones financieras. Se trata del mayor robo bancario digital de la historia de Brasil.
Acceso comprado por sólo $2.700 dólares
El ataque se produjo el miércoles 30 de junio y tuvo como objetivo C&M Software, proveedor de servicios para el sistema de pagos del banco central. Los piratas informáticos compraron las credenciales de acceso de un empleado por sólo 2.300 euros. Esto les dio acceso directo a la infraestructura de la cuenta de reservas, sin intervención de las cuentas de los clientes.
En tres horas, el dinero fue desviado. Según el experto en onchain ZachXBT, entre 25 y 34 millones de euros se convirtieron rápidamente en bitcoin, ethereum y tether. Ese dinero se blanqueó a través de exchanges latinoamericanas y plataformas OTC -mercados que comercian directamente entre partes, al margen del intercambio habitual-.
Detención del presunto empleado
Las autoridades brasileñas no tardaron en reaccionar. João Roque, empleado informático de C&M, fue detenido tras descubrirse que había vendido sus datos de acceso. João Nazareno Roque, de 48 años, fue detenido el jueves en el distrito de Jaraguá, al norte de la capital brasileña.
En su declaración a la policía, Roque dijo que el primer contacto con los hackers tuvo lugar en marzo. Un hombre se le acercó y le reveló que sabía exactamente cuál era su posición. Pocos días después, recibió una llamada por WhatsApp con una propuesta: entregar sus datos de acceso a cambio de dinero.
Desde entonces, la policía ha congelado unos 270 millones de reales brasileños -más de 42 millones de euros-. El banco central ha excluido temporalmente a C&M Software del sistema de pagos y está trabajando con la justicia y los reguladores para limitar los daños.
Las criptomonedas como vía de escape del dinero robado
Aunque el ataque comenzó tradicionalmente a través de un infiltrado corrupto, el rastro pronto se dirigió hacia las criptomonedas. Parte del importe robado desapareció en criptomonedas, lo que dificultó su rastreo. Según los analistas, esto pone de relieve lo atractivas que se han vuelto las criptomonedas para los ciberdelincuentes, precisamente por su rapidez y comerciabilidad mundial.
El incidente pone de manifiesto lo vulnerables que pueden ser los sistemas centralizados, incluso cuando la tecnología está en orden. Un eslabón débil -un humano- resultó ser suficiente para desviar millones.
A principios de esta semana, pudiste leer cómo un criptomillonario escapó de un secuestro de forma espectacular.
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