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Imagínese no volver a ir obligatoriamente a la oficina, que el despertador no le saque del sueño a diario y seguir teniendo dinero suficiente para vivir cómodamente. Esta idea, más conocida como Independencia Financiera, Jubilación Anticipada (FIRE, por sus siglas en inglés), es cada vez más popular.
No se trata sólo de jubilarse pronto, sino sobre todo de la libertad financiera, de haber acumulado suficientes activos para seguir financiando tu estilo de vida sin depender de un trabajo.
¿Cuánto dinero necesitas realmente?
La pregunta clave en FIRE es: ¿Cuánto cuesta tu vida al año? Mucha gente toma como orientación unos 40.000 euros al año.
Para obtener esa cantidad de forma sostenible de sus activos, se suele utilizar la regla empírica del 4%. Esta regla implica que puedes gastar el 4% de tus activos totales cada año sin agotar tu hucha.
Si quieres vivir con 40.000 euros al año, necesitas un fondo de ahorro total de 1 millón de euros. Puede parecer una cantidad extrema, pero con una estrategia a largo plazo, es más factible de lo que crees.
La clave está en empezar lo antes posible, ahorrar e invertir mucho y mantener los gastos bajos. Piensa en vivir menos, gastar menos en lujos y ser consciente de las compras impulsivas. Cuanto menores sean tus gastos, más pequeña tendrá que ser esa hucha.
Ahorrar, invertir y perseverar
Ahorrar sólo en una cuenta de ahorro es poco probable que le haga ganar un millón, debido a los bajos tipos de interés. Invertir en un fondo indexado ampliamente diversificado puede reportar históricamente entre un 6% y un 8% de rentabilidad anual. Gracias al interés compuesto, tu patrimonio crece cada vez más rápido.
Pero el FIRE no consiste sólo en invertir. La disciplina y la constancia son igual de importantes. Es útil comprobar anualmente los progresos y ajustar el plan en consecuencia.
¿Te suben el sueldo? Pues reserve ese dinero extra inmediatamente. ¿Ganancia inesperada? Inviértelo en lugar de gastarlo. Esto te acercará cada vez más a tu objetivo.
Al final, el FIRE no consiste en dejar de trabajar lo antes posible, sino en la libertad. Libertad para elegir cómo emplear tu tiempo, sin que el dinero te limite en ello. Empieza poco a poco, sé constante y deja que tus activos hagan el trabajo, para que pronto no tengas que hacerlo tú.