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Tener suficiente dinero puede hacer o deshacer tu sentido de la felicidad. ¿O no? Los estudios demuestran que tanto unos ingresos elevados como unos ahorros sustanciales pueden contribuir a la sensación de felicidad. Pero, ¿cuánto dinero hay que perseguir para alcanzar esa sensación definitiva de felicidad?
Cantidad mágica de 60.000€ al año
Empezamos por los ingresos, ya que se han realizado varios estudios al respecto. Éstos muestran que existe un límite notable. Cuando se cruza, la sensación de felicidad no aumenta tanto como antes. Este límite se sitúa en unos ingresos de 5.000€ euros brutos al mes o un salario anual de 60.000€ brutos al año. Estos ingresos le sitúan muy por encima de los ingresos modales en Holanda, que este año son de 46.500€ brutos anuales.
Que este límite esté a este nivel es quizá algo explicable, porque a partir de aquí es muy posible poder ahorrar dinero, sin dejar de hacer actividades divertidas. Para muchas personas, esto proporciona la máxima sensación de felicidad.
100.000 dólares en ahorros hacen feliz
También se ha investigado el «umbral de felicidad» del ahorro. Sin embargo, se trata de un estudio estadounidense, por lo que las cantidades se expresan en dólares y los resultados pueden ser distintos en los Países Bajos. Esto se debe a que nuestra red de seguridad social es mucho más amplia, lo que puede reducir la necesidad de un gran colchón financiero.
El estudio descubrió que tener $100.000 dólares ahorrados daba una sensación de felicidad máxima. Esto en sí mismo tiene sentido, ya que una cantidad así permite afrontar con facilidad los contratiempos financieros y hace que uno se preocupe menos por el futuro.
Las preocupaciones monetarias quebrantan la felicidad
Todos los estudios demuestran que las preocupaciones económicas tienen un gran impacto en los sentimientos de felicidad. Cuantas menos preocupaciones financieras, mejor.
Por supuesto, estas cantidades no son las mismas para todo el mundo. Por ejemplo, si te gustaría comprarte un chalet o sueñas con tener el coche deportivo más caro, tu umbral de felicidad puede estar en otra parte. La comparación social también puede influir. Cuando la gente de tu alrededor gana mucho más, es posible que te sientas menos feliz antes.
Sin embargo, el estudio estadounidense también reveló que alrededor del 29% de los encuestados se sentían felices con 0 euros ahorrados. Esto demuestra que la felicidad no depende solo de los recursos financieros, sino sobre todo de la mentalidad, algo en lo que uno mismo puede influir.